Vénganse todos

Navegando por la red topé con un articulo del diario chile La nación, bien vale la pena reproducirlo integramente.

Para el gran maestro Sigmund Freud todos los sueños eran, finalmente, sexuales. Las encuestas por su parte, dejando de lado todo el simbolismo, siendo mucho más concretas e infinitamente más aburridas que Freud, nos dicen que sólo un uno por ciento de nuestras experiencias oníricas están directamente relacionadas con el sexo. Según esto serían pocas, pero intensas y, a veces, tan reales que terminan con un buen orgasmo.

Alfred Kinsey quien conmocionó a EEUU con sus conclusiones sobre la sexualidad de los norteamericanos y sus colaboradores, revelaron que un 70 por ciento de mujeres y casi el 100 por ciento de los hombres tienen sueños eróticos. En cuanto a alcanzar el orgasmo junto a Morfeo, el 83 por ciento de los varones tienen en alguna ocasión poluciones nocturnas, en tanto que sólo el 37 por ciento de las mujeres estudiadas reportó haber experimentado orgasmos durante el sueño. Las mujeres, que poseen una sexualidad menos genital que el hombre, podrían alcanzar más fácilmente el orgasmo en sueños, aunque muchas a veces sin ver incrementada su lubricación vaginal. En el sueño, las defensas bajan y nos contactamos con nuestros deseos reales y más profundos, los cuales nos excitan inmensamente, olvidamos lo neuróticos que somos y dejamos salir nuestro lado más perversillo. Ante esto, el órgano sexual más importante el cerebro es estimulado fuertemente pudiendo desencadenarse la respuesta orgásmica. Muchas veces, sin darnos cuenta, mientras tenemos estos sueños, realizamos movimientos o incluso nos tocamos estimulándonos directamente, sin recordarlo al despertar. Por lo general, lo que hacemos en estos sueños es bastante distinto a la conducta sexual y social que tenemos cuando estamos despiertos.

Existen algunas diferencias entre los sueños que en general se dan en los hombres, de los que sueñan las mujeres, como ha sido demostrado por estudios al respecto: ellas tienden a soñar con su pareja actual o compañeros sexuales anteriores, mientras que los hombres son más propensos a tener fantasías sexuales con personas imaginarias.

En las mujeres, hasta el 18 por ciento de los sueños sexuales están relacionados con sexo indeseado y el 9 por ciento con celebridades, que son porcentajes muy superiores a los de los hombres en estos aspectos.

Las mujeres tienen tantos sueños sexuales como los hombres, a pesar de que antes se creía que los hombres tenían el doble de sueños sexuales que ellas. Lo que pasa es que hoy en día las mujeres son más proclives y abiertas a hablar sobre sus sueños.

Los hombres son más propensos a tener sueños en los que tienen relaciones sexuales con más de una persona.

En general ya que la represión que rige la mayor parte de nuestra vida despierta nos abandona hasta cierto punto cuando dormimos , los contenidos de los sueños pueden ser agresivos, violentos, perversos, responder a conflictos sexuales y necesidades emocionales ocultas. Algunos sueños húmedos muy comunes, tanto en hombres como en mujeres, son los siguientes: practicar sexo oral o anal (sobre todo cuando no se hace en la realidad), sueños homosexuales o bisexuales, sueños con tríos, orgías, sueños en los que se hace el amor con personas "prohibidas" (como familiares, jefes o enemigos), o con personajes famosos, independientemente de que se sienta o no admiración por ellos. Algunas mujeres también suelen soñar que tienen pene, y algunos hombres con que lo han perdido. Pero eso ya es otra historia